En esta entrada se indagará sobre los aspectos esenciales en el dibujo.
Ver, mirar y observar para empezar a dibujar
Cuando comenzamos a dibujar, es necesario que analicemos lo que vamos a dibujar. En este aspecto podemos destacar algunos niveles visuales que enfatizan el análisis, del lo más básico a lo más agudo.
Ver: "Percibir con los ojos algo mediante la acción de la luz".1 Es decir, cuando utilizamos de manera sencilla nuestro sentido de la vista sin llegar a dirigir nuestra atención a algo en particular
Mirar: “Dirigir la vista a un objeto”.2 Cuando distinguimos algo en particular del todo que estamos viendo.
Observar: “Examinar atentamente”.3 Una vez que miramos, enfocamos y analizamos a detalle.
Sobre las formas
Una vez que observamos un objeto, podremos distinguir las formas que tiene. En esencia son 3 a partir de su contorno:
Formas cerradas: Cuando el contorno del objeto o figura se encuentra bien delimitado, diferenciando lo que se encuentra adentro o fuera del mismo, que pueden ser otras formas o el fondo.
Formas abiertas: Cuando el contorno no está bien definido y se mimetiza o se abre con otras formas o con el fondo.
Formas semiabiertas o semicerradas: Cuando el contorno se interrumpe o no llega a cerrarse, pero que se percibe como una forma a partir de la percepción por completamiento visual. Dependiendo si es más abierta deviene una forma semiabierta, o por el contrario, si es más cerrada se percibe como semicerrada.
Sobre la luz
La luz es definida como una “onda electromagnética en el espectro visible, un agente físico que hace visibles los objetos”.4 Así, esta energía radiante estimula los órganos de la vista para hacerlos visibles. Esta nos genera distintos ambientes y niveles, dependiendo la intensidad de la fuente luminosa.
Las fuentes u orígenes de la luz son en esencia de dos tipos:
La luz natural proveniente del sol.
La luz artificial creada a partir de la combustión (como una vela o una fogata), de la energía eléctrica, de nuestros dispositivos móviles electrónicos (celulares, tablets, pantallas, etc.).
En ese sentido, en una obra de arte o en un dibujo, es importante observar de dónde proviene la fuente luminosa. Incluso, podría haber varias fuentes luminosas si se llegan a sumar las luces artificiales con la natural, por lo que es importante observar dónde se encuentran y cómo inciden en los objetos.
Por otro lado, la sombra se genera cuando la luz no llega a cubrir a un espacio o a un objeto, derivando una percepción de oscuridad. Así, esta a menuda se forma en los planos como el suelo, los muros, en los contornos, o en cualquier lugar donde se obstruya la entrada de luz.
En la transición que hay entre la luz y la sombra se forma el claroscuro, siendo el espacio intermedio entre estos dos fenómenos.
[1] Diccionario de la Real Academia Española. “Ver”, consultado el 20 de enero de 2020.
https://dle.rae.es/ver
[2] Diccionario de la Real Academia Española. “Mirar”, consultado el 20 de enero de 2020.
https://dle.rae.es/mirar
[3] Diccionario de la Real Academia Española. “Mirar”, consultado el 20 de enero de 2020.
https://dle.rae.es/observar
[4] Diccionario de la Real Academia Española. “Mirar”, consultado el 20 de enero de 2020.
https://dle.rae.es/luz